
¡Llamamiento!
POR EL USO DE
LA INTELIGENCIA
ARTIFICIAL PARA EL BIEN SOCIAL
La inteligencia artificial goza de inversiones gigantescas en todo el mundo, con grandes expectativas de beneficios económicos y claras motivaciones geopolíticas.
Sin embargo, necesitamos inversiones similares en aplicaciones que resuelvan problemas sociales: la pobreza, el hambre, la inequidad en el acceso a la sanidad o la educación, la vulnerabilidad de grupos marginados, la escasez de agua, las emergencias climáticas, el desempleo o empleo no-digno, la violencia de género y la discriminación.
Para cualquier problema social, priorizar la prevención y la mitigación facilitará siempre una respuesta más eficiente. La tecnología ya existe. Numerosos esfuerzos en investigación y desarrollo (I+D) demuestran la viabilidad, el valor y el beneficio de aplicar la IA a estos problemas. Sin embargo, hay escasos proyectos que marquen una diferencia en esta dirección.
Nos falta inversión y modelos sostenibles de financiación. Las pocas iniciativas de IA para el bien social existentes se sostienen con donaciones o subvenciones de fundaciones, agencias públicas de desarrollo o de organizaciones humanitarias internacionales. Y la situación actual en el mundo no augura que estas fuentes de financiación, claramente insuficientes, sigan disponibles.
Por todo esto, llamamos a todos los grupos de interés, públicos y privados, a realizar inversiones sostenibles en iniciativas de IA que ayuden a avanzar en objetivos sociales.
¿Qué hacer?
Áreas de acción para impulsar el desarrollo de la IA con un propósito social en todo el mundo, fomentando soluciones escalables, sostenibles, seguras y confiables:
¿Cómo hacerlo?
Para que la IA alcance la escala y eficacia necesarias ante problemas globales, es imprescindible promover unos criterios de actuación:
¡Es hora de actuar!
El mundo necesita soluciones de inteligencia artificial que destaquen por su innovación e implementación en el mundo real y que contribuyan al bien social equitativamente.
Llamamos a gobiernos, empresas, entidades civiles, academia y ciudadanos a asumir conjuntamente:
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Responsabilidad compartida: Garantizar el acceso universal a la IA, eliminando barreras tecnológicas y sociales para una participación equitativa.
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Inversión en IA social: Desarrollar proyectos de IA que prioricen un bien social tangible:lucha contra la pobreza, protección ambiental, promoción de la salud y educación para todos, respeto a la diversidad cultural, etc.
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Cooperación estratégica: Establecer sinergias público-privadas para garantizar el impacto de la IA a nivel local y global.
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Integridad ética y transparencia: Supervisar la IA durante todo su ciclo de vida con normas claras y auditorías independientes y así promover la confianza ciudadana.
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Formación continua y adaptada: Conocer el impacto social de la IA y cómo afrontarla, mediante una formación continua y adaptada a todos los públicos en función de sus necesidades y la difusión de buenas prácticas.